Tampoco se encuentra en el equipo con las mejores habilidades blandas y técnicas del mercado. Al final, no importa si tienes la mejor estrategia, el mejor equipo o las mejores herramientas tecnológicas, si la compañía como sombrilla no cuenta con un propósito mayor, que inspire a ese increíble y talentoso equipo de líderes y colaboradores a luchar por algo más grande que ellos mismos o los KPI’s del negocio para sinceramente impactar y dejar huella en un mundo que, con gran tristeza, nos hemos encargado de destruir, a costa de lograr nuestros objetivos individuales.

El propósito es la base, la fórmula que habilita el talento de tu compañía a luchar por un objetivo en común, más grande que la rentabilidad, flujo de caja o de mantener los pisos limpios y brillantes.

Un ejemplo a destacar es Dove, marca perteneciente a la arquitectura del gigante Unilever. Dove no trabaja en la fabricación de los mejores jabones para el cuerpo que generen la mayor rentabilidad con respecto a su competencia, no. Sus líderes y todos sus colaboradores trabajan todos los días para empoderar a la mujer para que se sienta orgullosa con su cuerpo, al final, ese poderoso mensaje lo distribuyen a través de los mejores jabones para el cuerpo.

Dove, trabaja todos los días para empoderar a la mujer a sentirse orgullosa de su propio cuerpo.

Este modo de pensamiento, transmitido desde los grandes líderes de la marca, hasta la persona que trabaja en limpieza de pasillos, permite que la operación del día a día no se convierta en algo rutinario, pues amplía el espectro creativo de todos sus empleados para que siempre el resultado conlleve a la eficiencia y calidad entregando el mensaje de su propósito, de manera ética, transparente y responsable con su mercado. Paul Polman, anterior CEO para Unilever, dijo: “Nuestras marcas sostenibles están creciendo 30% más rápido que el resto de nuestros negocios y aportan casi con la mitad de crecimiento en 2015”.

2015. Dove, junto con sus otras 3 marcas sustentables, crecen 30% más rápido que sus otros negocios, y aportan casi la mitad del crecimiento.Paul Polman, ex CEO para Unilever.

Este caso no es un caso aislado, pues hoy en día las compañías más grandes del mundo han incorporado con éxito una cultura corporativa centrada en el propósito mayor, el cual refleja como resultado sus grandes beneficios financieros.

“Empoderando a cada persona y organización para alcanzar mejores resultados”.

Valor de mercado:
1 Trillón de USD

“Hacemos de la vida sustentable algo cotidiano”

Valor de mercado:
51,98 Billones de EUR

“Dejar una contribución al mundo, desarrollando herramientas que amplíen la mente y permitan evolucionar a la humanidad”.

Valor de mercado:
2 Trillones de USD

Podrás darte cuenta que ninguna de estas empresas declara su propósito como “aumentar 5 puntos porcentuales al trimestre nuestro valor por acción en la bolsa”, o tampoco hablan de “construir el mejor computador” o “fabricar el cereal más crujiente”, mucho menos “Conectar conductores con personas que necesiten movilizarse”. Aunque estas declaraciones puedan ser parte de los resultados de la compañía, no son parte del porqué hacen lo que hacen, son parte del como lo hacen o qué es lo que hacen, y las metas del propósito, del porqué en cada colaborador refleja en ellos la acción por alcanzar objetivos más grandes que los de la compañía donde trabajan, por tanto su preocupación diaria es hacer del mundo, desde su propia perspectiva única de negocio, un lugar mejor para vivir.

El objetivo de todo gran propósito es inspirar a la gente a ser mejor, y querer construir un mejor lugar para vivir.

¿Cuándo fue la última vez que tu trabajo en alguna parte de su día aportó para generar un impacto positivo en el mundo, mayor que el de el negocio?. Te reto a que lleves esta pregunta a tu organización, a la persona más operativa, como a la persona con el rango salarial y de liderazgo más alto, donde incluso puede ayudarte a ti a desarrollar conciencia sobre los potenciales cambios que necesita generar tu organización para lograr los resultados de negocio más ambiciosos, sin tener que depender únicamente del éxito de tu negocio al establecer cifras financieras en la planeación de cada trimestre o cuartil del año.

¿Cuándo fue la última vez que tu trabajo en alguna parte de su día aportó para generar un impacto positivo en el mundo, mayor que el del negocio para el que trabajas?

Parte de las razones por las cuales la transformación digital en las compañías no se ha concluído con éxito, no es porque no tengan el mejor talento, tecnología o procesos. La razón principal es porque la cultura interna de la compañía está liderada por el interés individual de cada quien por hacer su mejor esfuerzo para obtener sus mejores y propios resultados. El gerente trabaja para aumentar su mercado, el financiero por mantener la rentabilidad, el legal por proteger la compañía, pero ninguno converge en un impacto mayor al del negocio, lo cual deja a la deriva los resultados, atomizados por objetivos individuales.